Primera parte

Vemos
la Torre N de Seúl.
Tras un corte vemos a dos personas saliendo de una tienda de
instrumentos musicales: uno de ellos es Sang-won, el cual recibe dinero de su hermano.

Sang-won, sale a caminar por las calles de Seúl, en un determinado momento parece ver a una amiga (Yong-sil) que no ha visto en un largo tiempo,
parece ser que ahora ella trabaja en una óptica.
Empiezan a conversar. Él la invita a cenar.
Ella dice que sale del trabajo a las siete.
Parece no querer esperar, pero accede a regresar. Se dan un apretón de manos.

Mientras
espera, Sang-won ve una obra de teatro llamada «La madre», en la
que una madre sacrificada alimenta a su hijo moribundo con su
último trozo de arroz.

Sang-won
y Yong-sil se encuentran y se van a beber en un bar. Ella insinúa
volver a empezar lo que él y ella habían intentado antes (una
relación romántica).

Yong-sil canta en el karaoke una canción romántica.

Al irse y al pasar por un callejón detrás del bar, Yong-sil
dice estar y sentirse enferma. Sang-won la consuela abrazándola.
Momentos después decide besarla.

Van
a un hotel, en él Sang-won lastima a Yong-sil apretando uno de
sus senos durante un intento sexual, en el que Sang-won no lograr
tener una erección. Hablan de su pasado y de la posibilidad de morir juntos.

Sang-won se duerme y pasa a narrarnos un sueño que tuvo. En él se
despierta en frente de lo que pareceía ser la puerta hacia el baño, cuando la abre se encuentra en una escalera exterior con una mujer
occidental, la cual le ofrece una manzana.

A la mañana siguiente Sang-won vuelve a fallar en el intento de
tener relaciones sexuales con Yong-sil, volviendo a lastimarle un pezón en el proceso. Tras eso salen a hacer varias compras.
Sang-won compra dos libros en una tienda para que ambos puedan
«escribir todo», luego pasan
por varias farmacias para reunir una considerable cantidad de
somníferos.

En medio de esto Yong-sil deja unas monedas en una máquina de café
para «hacer feliz a la siguiente persona». Un anciano se acerca
inmediatamente a la máquina.

Para
salir del pacto suicida, Sang-won se sube a un taxi cuando
Yong-sil no lo está mirando. Ella se sube a otro taxi y vuelven a
encontrarse, aparentemente por casualidad. Sang-won corre hacia una entrada para el metro, pero al no estar pasando ningún metro, se queda ahí, pensando. Piensa en querer saltar de estar algún metro por llegar. Yong-sil lo sigue hacia abajo. Él la mira y toma su mano, juntos ascienden en la noche.

Caminan un rato que interpretamos es largo. De pronto Sang-won llora. Vemos otro plano de la Torre N de Seúl, esta vez de noche.

De
camino a un hotel (otro), Sang-won se detiene para comprar varias cosas. Entre ellas parece interesarle insistentemente una caja de
Marlboro Reds, el puesto no los tiene. Parece generarle cierta frustración.

Ya en el
hotel, deciden que deben estar «limpios» para la
muerte. Que no harán el amor y se ducharán. Empieza a nevar a
través de la ventana mientras Sang-won se baña.
Yong-sil
se toma las pastillas primero. Sang-won sigue después de
quedársele mirando.

Ella
llora. Se abrazan. Se duermen.

Yong-sil se despierta y vomita las pastillas. Llama a la familia de
Sang-won, afirmando que ha habido «un accidente».

El padrastro de Sang-won llega al hotel e intenta despertar a
Sang-won. El padrastro lleva a Sang-won a un hospital. En su
habitación del hospital, Sang-won dice querer vivir. Piensa
en impresionar a la enfermera que le está antediendo. Lo
intenta. Falla.

Sang-won,
es dado de alta, va a casa en un taxi con su padrastro. Durante el viaje piensa que no haber muerto es un regalo, una nueva oportunidad.

En
casa, la madre de Sang-won le grita por lo que hizo. Él explica
«el motivo». Ella encuentra ridícula su explicación. Él
empieza aparentemente a ser más abierto al respecto. La madre
encuentra todavía más ridículo lo que está diciendo.
De
repente es abofeteado por su hermano por haber levantado la voz.
Sang-won queda pasmado, jura suicidarse «de verdad».

Huye de la habitación corriendo en dirección hacia la azotea. Ya allí mira hacia abajo en el barandal. Tras un breve rato voltea en dirección hacia la entrada de la azotea. Esperando (interpretamos) a que alguien suba tras él. Nadie lo hace. Le oímos decir para sí mismo «a nadie le importó». Nos muestran un plano del sol.

Le oímos gritar «madre» múltiples veces.
Segunda parte

Vemos
gente salir de un cine. Entre ellos vemos salir a Tong-su y
Yong-sil aparentemente sin haber ido juntos al cine.
Tong-su
recibe una llamada telefónica. Está indeciso acerca de si
asistir o no a una cena benéfica para pagar los costos del
hospital de Yi.

En
un café, un compañero de clase de Tong-su lo invita a almorzar
con su esposa y sus dos hijos. En el restaurante, Tong-su insiste
torpemente en varias ocasiones en las que su compañero de clase halaga la cocina de su
esposa.

Afuera
del restaurante le ofrecen llevarle a donde tenga que ir. Tong-su le da a la hija con fiebre de su
compañero de clase su bufanda.

Tong-su
acepta un aventón que realmente no quería, durante el viaje intenta
(pidiendo permiso) fumar a pesar de la tos de la chica con fiebre. Cuando el
compañero de clase sugiere que no debería, Tong-su le pide de un modo discreto pero insistente que lo
dejen inmediatamente. Antes de que su compañero retome su
trayecto, Tong-su recupera su bufanda de manos de la niña
enferma. Al compañero no parece gustarle lo que hizo.

Inmediatamente
empieza a fumar y mirar (aparentemente) hacia la Torre N de
Seúl.
Tong-su
ve a Yong-sil con una chicas halagándola y pidiéndole
autógrafos.

Tras
eso, él la sigue. Tong-su alcanza y espera a Yong-sil en una óptica (la
misma del cortometraje). Él le pide a ella que esté en una supuesta película
de él. Cuando ella se ofrece a posiblemente leer el guión de la
película, Tong-su le pide su dirección. Ella duda, diciendo que pensará en dárselo si lo ve en la cena benéfica de la noche. Él insiste en darse un apretón de manos.

Tong-su se dirige hacia a la Torre N de Seúl para pasar el rato, durante el trayecto tararea la misma canción del cortometraje durante la escena de karaoke.

Tong-su
llega tarde a la cena benéfica, sin dinero en efectivo. Sus
antiguos compañeros de clase desconfían de él y sugieren que
es un mal borracho.

Repentinamente un compañero da un ligero golpe en el cachete de Tong-su, advirtiéndole un instante después sobre su problema con la bebida.
Este último le abraza sonriendo. Todos están callados, incómodos.

Llega
Yong-sil, la cual es recibida con mucha calidez. Le piden que cante en el karaoke, alguien (Tong-su) sugiere que cante la canción del cortometraje. Ella confiesa superficialmente que a pesar de haber tenido
problemas con Yi, cantará la canción seleccionada.

Tras el canto vemos
a Yong-sil retirándose. Él la persigue, deteniéndola. Ella le menciona a Tong-su que va al
hospital a mirar a Yi, él le insiste que se quede. No lo
logra. Tras eso un
compañero de clase le dice a Tong-su que Yong-sil ha sido
abusada por un antiguo amante, y que tiene cicatrices.

Tong-su
espera fuera del hospital a que aparezca Yong-sil. Ella sale
angustiada porque parecer ser que Yi no podrá pasar de esa noche. Tong-su le dice que ella parece un ángel. Ella se ríe, haciendo
mención de la estatua que está enfrente del hospital. Él le
pide a ella que le invite a una bebida, ella accede.

En el restaurante, Yong-sil menciona, herida, que Yi había tratado de extorsionarla hace mucho tiempo, cosa que afectó notablemente su relación con él.
Tong-su afirma que el cortometraje de Yi trata sobre su propia vida privada.

Se van juntos del restaurante. En el callejón detrás del restaurante, parece ser que Yong-sil está enferma. Tong-su intenta consolarla, pero ella le dice que no la toque. De la nada los vemos a ambos desnudos una escena después en un hotel. Yong-sil lastima a Tong-su, pellizcándole un pezón. Tong-su la penetra. Durante el proceso Yong-sil grita «¡Haz que me corra!» y luego «para, para, para», mientras simultáneamente lo acerca a ella.

Tras
tener sexo, Yong-sil comienza a irse, pero Tong-su quiere que se
quede. Él le pregunta acerca de «ciertas» cicatrices. Ella no
sabe de qué habla.

Él
sugiere a ella que se amen intensamente durante seis meses y
luego mueran juntos. Ella lo ignora. Él le pide algo de ella
antes de que se vaya. Ella ignora este comentario continuando su marcha. Al momento de irse ella le dice que no ha
entendido la película de Yi.

Tong-su
sale del hotel en dirección hacia el hospital. Vemos un plano del ángel antes mencionado.

Fuera
del hospital, está Yong-sil y le dice a Tong-su que Yi está
mejorando.
Tong-su
quiere hablarle, le dice que espere, ella se niega y se despide de él por última vez.

Tong-su
se acerca a la cama de Yi y llora con él. Oímos a Yi sufrir y
decir contínuamente «¡No quiero morir!».

Tras un corte vemos
a Tong-su fumando, deambulando por una acera concurrida, diciéndose a sí mismo que ahora necesita tiempo para «pensar».